
Por Andrew Korybco
Es increíble que una Gran Potencia en ascenso como Brasil no pueda organizar más de una gran cumbre multilateral en un solo año. Lo que parece estar ocurriendo es que Lula está haciendo un favor a Estados Unidos como contrapartida por la ayuda de sus agencias de inteligencia para orquestar el incidente del 8 de enero que está consolidando su poder.
El ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad, dijo el miércoles a la élite mundial en la Cumbre de Davos de este año que su país quiere retrasar su planeada presidencia de los BRICS en 2024 hasta 2025. Según él, “hemos aplazado nuestra presidencia en el BRICS para que no coincida con la del G20…(con el fin de) hacer un trabajo de calidad en ambos casos”. Sin embargo, esta explicación es extremadamente sospechosa, ya que es increíble que una Gran Potencia en ascenso como Brasil no pueda organizar más de una gran cumbre multilateral en un mismo año.
Lo que parece estar ocurriendo es que el tres veces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, conocido popularmente como Lula y que volvió al poder este año, está haciendo un favor a EEUU como contrapartida por la ayuda de sus agencias de inteligencia para orquestar el incidente del 8 de enero que está consolidando su poder.
Aquellos lectores que no estén al tanto de la sorprendente cercanía del líder brasileño con EEUU a pesar de que ese hegemón unipolar en declive fue responsable de su encarcelamiento anterior, deberían revisar los siguientes análisis:
The Geostrategic Consequences Of Lula’s Re-Election Aren’t As Clear-Cut As Some Might Think
En resumen, la alineación ideológica interna de Lula con los liberales gobernantes de EEUU en cuestiones socioculturales como el aborto, el cambio climático, el COVID y las relaciones sexuales no tradicionales, entre otras, es más fuerte que su alineación ideológica internacional con los socios BRICS de Brasil.
No se trata de restar importancia a lo segundo, sino de subrayar la fuerza de lo primero, lo que explica por qué está intentando retrasar inesperadamente la presidencia de los BRICS de 2024 a 2025.
Por supuesto, no puede decir abiertamente que se trata de un favor a EEUU para no arriesgarse a irritar a su base multipolar, de ahí la ridícula excusa que le dijo a su ministro de Finanzas para que se lo dijera a la élite mundial en Davos, lo que implica increíblemente que Brasil no puede organizar más de una gran cumbre multilateral en un solo año.
Queda por ver qué más podría hacer Lula por Estados Unidos a cambio de su apoyo para ayudarle a consolidar el poder, pero este último acontecimiento suscita serias dudas sobre sus intenciones más generales.
Lo que parece estar ocurriendo es que Lula le está haciendo un favor a EEUU como contrapartida por la ayuda de sus agencias de inteligencia para orquestar el incidente del 8 de enero, que está consolidando su poder.
Para comentar debe estar registrado.