Por Pepe Escobar
Si cuenta con que los muchos nuevos centros de poder de Asia compitan y se enfrenten, no lo haga. La Asociaci�n para la Gran Eurasia se propone integrarlos a todos -desde la OCS, la UEEA y los BRICS, hasta las nuevas monedas emergentes- con el fin de sustituir el «orden basado en normas».
El 4 de julio, en una cumbre en Nueva Delhi, Ir�n se convertir� por fin en miembro de pleno derecho de la Organizaci�n de Cooperaci�n de Shanghai (OCS).
Esa ser� una de las decisiones clave de la cumbre, celebrada por videoconferencia, junto con la firma de un memorando sobre el camino que debe seguir Bielorrusia para convertirse tambi�n en Estado miembro.
Paralelamente, el viceprimer ministro ruso, Alexei Overchuk, ha confirmado que Ir�n y la Uni�n Econ�mica Euroasi�tica (UEEA), liderada por Rusia, deber�an firmar un acuerdo de libre comercio (ALC) para finales de 2023.
El ALC ampliar� un acuerdo provisional que ya rebaja los derechos de aduana de cientos de categor�as de mercanc�as.
Rusia e Ir�n -dos polos clave de la integraci�n euroasi�tica- han ido acerc�ndose cada vez m�s geoecon�micamente desde el tsunami de sanciones de Occidente que sigui� a la Operaci�n Militar Especial (OME) de Rusia en Ucrania en febrero de 2022.
La UEEA, al igual que la OCS y los BRICS, est� en racha: Se esperan acuerdos de libre comercio, a medio y largo plazo, con Egipto, India, Indonesia y Emiratos �rabes Unidos.
Overchuck admite que las negociaciones pueden ser «muy dif�ciles» y «llevar a�os», teniendo en cuenta «los intereses de los cinco Estados miembros de la UEEA, sus empresas y sus consumidores». Sin embargo, a pesar de las evidentes complejidades, este tren geoecon�mico de alta velocidad ya ha salido de la estaci�n.
Por aqu� una salida SWIFT
En una v�a paralela, los miembros de la Uni�n Asi�tica de Compensaci�n (ACU), durante una reciente cumbre en Ir�n, decidieron lanzar este mes un nuevo sistema de mensajer�a financiera transfronteriza como rival del SWIFT, centrado en Occidente.
La ACU est� formada por los Bancos Centrales de India, Pakist�n, Bangladesh, But�n, Maldivas, Nepal, Sri Lanka, Myanmar e Ir�n: una saludable mezcla de Asia Occidental, Sudeste Asi�tico y Asia Meridional.
Fue el Banco Central de Ir�n -a�n sometido a duras sanciones- el que desarroll� el nuevo sistema de mensajer�a bancaria, tan nuevo que a�n no se conoce por sus propias siglas.
El Gobernador del Banco Central de Rusia particip� en la cumbre de la ACU en calidad de observador, junto con funcionarios de Bielorrusia, que solicit� su ingreso en la ACU hace dos semanas.
El Gobernador del Banco Central iran�, Mohammad Reza Farzin, confirm� no s�lo el inter�s de los miembros potenciales por unirse a la ACU, sino tambi�n el impulso para establecer una cesta de monedas para el pago de los acuerdos comerciales bilaterales. Se trata de una v�a r�pida de desdolarizaci�n.
Como lo resumi� el primer Vicepresidente de Ir�n, Mohammad Mokhber: «La desdolarizaci�n ya no es una elecci�n voluntaria de los pa�ses; es una respuesta inevitable al armamentismo del d�lar».
Ir�n est� ahora en el centro de todo lo multipolar. El reciente descubrimiento de un enorme yacimiento de litio que contiene aproximadamente el 10% de las reservas mundiales, junto con la posible admisi�n de Ir�n en el BRICS ampliado -o BRICS+- este mismo a�o, ha reforzado las hip�tesis de una pr�xima moneda BRICS respaldada por materias primas: oro, petr�leo, gas e -inevitablemente- litio.
Toda esta fren�tica actividad del Sur Global contrasta con la desaceleraci�n del Imperio de las Sanciones.
El Sur Global est� harto de que Estados Unidos sancione y proh�ba a quien quiera, lo que quiera y cuando quiera, en defensa de un nebuloso y arbitrario «orden internacional basado en normas».
Sin embargo, siempre se hacen excepciones cuando el propio EE.UU. necesita urgentemente comprar, por ejemplo, tierras raras chinas y bater�as para veh�culos el�ctricos. Y mientras China sigue siendo acosada y amenazada sin parar, Washington la insta discretamente a seguir comprando ma�z estadounidense y chips de gama baja de Micron.
Esto es lo que hoy se llama comercio «libre y justo» en Estados Unidos.
Los BRICS tienen otras ideas para escapar de este c�rculo vicioso. Gran parte se basar� en un mayor papel de su Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), que comprende a los cinco miembros de los BRICS, as� como a Bangladesh, los EAU y Egipto. Uruguay se incorporar� en breve, y tambi�n se han aprobado las solicitudes de adhesi�n de Argentina, Egipto, Arabia Saud� y Zimbabue.
Seg�n la ex jefa de Estado de Brasil y actual presidenta del BND, Dilma Rousseff, las decisiones sobre los nuevos miembros se anunciar�n oficialmente en la pr�xima cumbre de los BRICS, que se celebrar� en agosto en Sud�frica.
Mientras tanto, en Astana (Kazajst�n) se celebr� la 20� ronda del interminable proceso de paz sirio, que congreg� a los viceministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Siria, Turqu�a e Ir�n.
Ese deber�a ser el paso definitorio de una «hoja de ruta para la normalizaci�n» propuesta por Mosc� el mes pasado para regular por fin el papel del ej�rcito turco que opera dentro del territorio sirio. El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Mija�l Bogd�nov, confirm� una vez m�s que Estados Unidos est� haciendo todo lo posible por impedir una normalizaci�n entre Damasco y Ankara, apoyando a las milicias kurdas que roban petr�leo en el norte de Siria.
Una «amplia configuraci�n integradora»
Todos los acontecimientos interrelacionados relativos a la OCS, los BRICS, la UEEA y otros mecanismos multilaterales -que ahora se suceden a una velocidad vertiginosa- est�n convergiendo en la pr�ctica en un concepto formulado en Rusia all� por 2018: la Gran Asociaci�n de Eurasia.
Y qui�n mejor para definirlo que el ministro de Exteriores ruso, Sergu�i Lavrov: «Nuestro proyecto insignia de pol�tica exterior es [crear] apoyo para el concepto de la Gran Asociaci�n Euroasi�tica. De lo que estamos hablando es de facilitar el proceso objetivo de formar una amplia configuraci�n integradora abierta a todos los pa�ses y asociaciones de nuestro vasto continente».
Como Lavrov explica rutinariamente ahora en todas sus reuniones importantes, esto incluye «entrelazar los planes de desarrollo complementarios» de la UEEA y la BRI de China; ampliar la interacci�n «en el marco de la OCS con la participaci�n de los Estados observadores de la OCS y los socios de di�logo»; «fortalecer la asociaci�n estrat�gica» entre Rusia y la ASEAN; y «establecer contactos de trabajo» entre los �rganos ejecutivos de la UEEA, la OCS y la ASEAN.
A��dase a esto la interacci�n crucial entre el pr�ximo BRICS+ y todo lo anterior; literalmente, todo el mundo y su vecino en todo el Sur Global est�n haciendo cola para entrar en el Club BRICS.
Lavrov prev� una «infraestructura interconectada y mutuamente beneficiosa» y una «arquitectura continental de paz, desarrollo y cooperaci�n en toda la Gran Eurasia». Y eso deber�a ampliarse a todo el Sur Global.
Ser� de gran ayuda que otras flamantes instituciones se sumen a la iniciativa. Es el caso de un nuevo think tank ruso, el Observatorio Geopol�tico para las Cuestiones Clave de Rusia (GORKI), que dirigir� la ex ministra austriaca de Asuntos Exteriores Karin Kneissl, y que se crear� como una divisi�n de la Universidad Estatal de San Petersburgo centrada en estudios sobre Asia Occidental y cuestiones energ�ticas.
Todas estas interpelaciones se debatieron en detalle durante el foro de San Petersburgo celebrado la semana pasada.
Uno de los temas clave de ese foro orientado al Sur Global, que tuvo un �xito espectacular, fue, por supuesto, la reindustrializaci�n y la reorientaci�n de los canales de exportaci�n-importaci�n de Rusia lejos de Europa y hacia Asia, �frica y Am�rica Latina.
Los EAU tuvieron una fuerte presencia en San Petersburgo, lo que apunta a un �nfasis en Asia Occidental, donde se desarrolla cada vez m�s el futuro geoecon�mico de Rusia. El alcance y la amplitud de los debates liderados por el Sur Global no hicieron sino subrayar c�mo el Occidente colectivo automarginado ha alienado a la Mayor�a Global, quiz� de forma irremediable.
En el inmensamente popular programa de entrevistas pol�ticas de Vladimir Solovyov, el director de cine ruso Karen Shakhnazarov puede haber encontrado la mejor manera de formular sucintamente un proceso tan complejo como la Asociaci�n para la Gran Eurasia.
Afirm� que Rusia est� reasumiendo ahora el papel de palad�n global de un nuevo orden mundial que la Uni�n Sovi�tica ostent� a principios de la d�cada de 1920. En este contexto, la rabia y la rusofobia incontrolada del Occidente colectivo no son m�s que pura impotencia: aullar la frustraci�n de haber «perdido» a Rusia, cuando habr�a sido una obviedad mantenerla de su lado.