Por TD
No es la primera vez que el ex presidente ruso Dmitry Medvedev advierte que una guerra directa entre las fuerzas de Moscú y la OTAN conduciría a un apocalipsis nuclear.
El actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia emitió la advertencia en Telegram el miércoles, en respuesta a declaraciones e informes recientes de que algunos líderes europeos están diciendo a sus poblaciones que se «preparen para la guerra».
Por ejemplo, apenas el mes pasado, el jefe del ejército del Reino Unido, general Patrick Sanders, llamó a las autoridades a «movilizar a la nación» para prepararse para la guerra con Putin, y dijo que la población necesita un «cambio» de mentalidad para estar preparada.
Medvedev se burló de este y otros ejemplos de líderes de la OTAN que acusaban a Moscú de buscar una guerra más amplia, calificándolos de «tonterías peligrosas». Dijo que se trata de intentar reforzar el apoyo para enviar más armas a Kiev en medio de lo que se ha convertido en fatiga de guerra entre el público occidental.
Según la traducción de sus palabras por parte de los medios rusos, Medvedev dijo que esto es parte de los esfuerzos para apuntalar a Ucrania—«un país moribundo que es ajeno a los contribuyentes»—mientras se ignoran los problemas internos. «Por eso, todos los días los líderes de estos países transmiten: tenemos que prepararnos para la guerra con Rusia y seguir ayudando a Ucrania», escribió.
Fue entonces cuando dijo que a la gente de Occidente hay que decirle la verdad contundente. Medvedev subrayó que la respuesta rusa al ataque de la OTAN sería sin duda «asimétrica». Él explicó:
«Dado que nuestras capacidades militares son incomparables, simplemente no tendremos otra opción. La respuesta será asimétrica. Para proteger la integridad territorial de nuestro país, se utilizarán misiles balísticos y de crucero con ojivas especiales… Este será el proverbial Apocalipsis. El fin de todo.»
Ciertamente, esta no es la primera vez que Medvedev, conocido por su retórica belicosa y dura, advierte sobre un apocalipsis nuclear. Pero es lo más claro que jamás ha dicho que el Kremlin no dudaría en activar su arsenal nuclear si el territorio ruso se ve directamente amenazado por la OTAN.
Sus comentarios también llegan en un momento muy peligroso en el que los servicios de seguridad de Ucrania atacan cada vez más las refinerías de petróleo en suelo ruso con ataques con drones y misiles, a veces a larga distancia.
Abajo: El Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, dice que Gran Bretaña está lista para la guerra….
Si Rusia apunta sus armas en nuestra dirección, ¿está Gran Bretaña preparada para defenderse?
«Sí. Y mi tarea es garantizar la seguridad de todos».
Moscú ha acusado a los servicios de inteligencia occidentales y de la OTAN de ayudar en tales ataques. Recientemente acusó a Francia de mantener mercenarios en la ciudad norteña de Kharkiv, con el fin de organizar ataques en la cercana región de Belgorod. Hay temores crecientes de que esta lucha «indirecta» o guerra por poderes pueda derivar en «fuego real» directo entre Rusia y los países de la OTAN, pero hasta ahora esto se ha evitado por poco.
Los efectos de un apocalipsis nuclear
Desde El Mercurio, seguimos abogando por la paz, y porque los entes internados en la guerra sean detenidos en su planes inmediatamente. ¿Por qué?, porque un escenario de «apocalipsis» nuclear desatado por Rusia en respuesta a un ataque de la OTAN tendría efectos devastadores e inmediatos en la vida cotidiana a nivel global, alterando drásticamente las condiciones de vida en la Tierra.
1. Las explosiones nucleares causarían destrucción total en las áreas objetivo, con millones de muertes instantáneas y posteriores debido a las lesiones y la radiación.
2. La exposición a la radiación llevaría a un aumento significativo de enfermedades como el cáncer, problemas de tiroides y defectos de nacimiento. La radiación persistiría en el ambiente, contaminando agua y suelo.
3. Las explosiones nucleares inyectarían enormes cantidades de polvo y humo en la atmósfera, bloqueando la luz solar y causando un drástico enfriamiento global, conocido como «invierno nuclear». Esto resultaría en la falla de cosechas y la disminución de las temperaturas globales, afectando seriamente la producción de alimentos y provocando hambrunas.
4. La infraestructura crítica sería destruida, y los sistemas financieros colapsarían. Las redes de comunicación, transporte y suministro serían interrumpidas, lo que llevaría a un colapso en el comercio y la economía global.
5. Millones de personas se verían forzadas a dejar sus hogares en busca de seguridad, agua y alimentos, provocando crisis de refugiados a una escala nunca antes vista.
6. Los ecosistemas serían gravemente afectados por la radiación, la lluvia radiactiva y los cambios climáticos, resultando en la pérdida de biodiversidad y la alteración de hábitats.
7. El temor, la ansiedad y el estrés postraumático afectarían a sobrevivientes y a comunidades alrededor del mundo, teniendo un profundo impacto en la salud mental de la población global.
8. El orden mundial sería irreconociblemente alterado, con la posibilidad de que nuevas potencias emergieran o que se formaran alianzas insólitas en respuesta a la catástrofe.
Un «apocalipsis» nuclear sería catastrófico y cambiaría fundamentalmente la manera en que los seres humanos viven, interactúan y sobreviven en el planeta. La prevención de conflictos nucleares es fundamental para garantizar la continuidad de la civilización tal como la conocemos.
