Mads Palsvig stifter af partiet JFK-Jorden Frihed Kundskab taler under Demonstrationen Friheden 2021 - imod epidemiloven mm, som afholdes i København, lørdag den 16. januar 2021. Demonstrationen er arrangeret af Folkebevægelsen for Frihed og partiet JFK21.. (Foto: Emil Helms/Ritzau Scanpix)
“Estamos en una guerra espiritual, un conflicto entre el bien y el mal, no se trata de divisiones geopolíticas o culturales, y la guerra es con élites poderosas que controlan los bancos centrales y los líderes políticos para manipular los acontecimientos globales”.
Mads Palsvig piensa que no es probable que esta guerra se convierta en un conflicto nuclear, sino que continuará como una serie de conflictos regionales, manipulaciones económicas y medidas de control social.
Palsvig critica en especial a los seguidores del Talmud y los globalistas, por corromper las sociedades y abogar por la resistencia de las bases y vínculos comunitarios más fuertes para contrarrestar estas influencias.
¿Pero quién es Mads Paslvig?… se trata de un importante ex banquero de inversión danés que salió de la matrix hace décadas y ha venido delatando al sistema y que se convirtió en un famosos activista anti cuarentenas en Europa en la pasada crisis del Covid…
Con él hablamos esta vez de quién provoca las guerras, quién controla los sistemas financieros e influencias sociopolíticas.
Sostiene que el mundo ya se encuentra en una guerra espiritual, caracterizada por una batalla entre el bien y el mal en lugar de las guerras tradicionales entre naciones o religiones.
Afirma que los bancos centrales y las elites financieras precipitan guerras y crisis para su beneficio, manipulando la creación de dinero y la dirección económica global.
Mads expone su visión crítica sobre las élites globales y el control que ejercen sobre la sociedad a través de diversas crisis y manipulaciones. Alega que durante la pandemia de COVID-19, grupos en Dinamarca, como inmigrantes, hombres de mediana edad y mujeres mayores, se opusieron al gobierno, y que él mismo organizó numerosas manifestaciones y eventos en protesta.
Según Mads, las élites han logrado adoctrinar a los menores de 30 años y su plan a largo plazo es crear una población obediente y controlada, mientras continúan promoviendo guerras, vacunas y alimentos contaminados para debilitar y reducir la población.
Mads sostiene que la inflación y las crisis económicas son deliberadas, diseñadas para transferir riqueza de la clase trabajadora y media hacia los superricos y los dueños de los bancos centrales. Argumenta que la historia ha demostrado que es posible emitir dinero y construir economías fuertes sin la intervención de los bancos centrales privados.
Sugiere que la clave para contrarrestar este control es la justicia social, la cooperación y sistemas legales justos como los juicios por jurado. Además, critica el sistema de nepotismo y el dominio de ciertos grupos en el poder, promoviendo la necesidad de líderes que verdaderamente representen los intereses de la población.
Asegura que los líderes políticos y los órganos de gobierno han engañado a la población varias veces, lo que ha generado una desconfianza generalizada.
Mads cuestiona narrativas históricas ampliamente difundidas, particularmente relacionadas con la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, atribuyendo engaño a ciertos grupos.
Sus puntos de vista incluyen críticas significativas contra aquellos que siguen el Talmud, sugiriendo que tienen un poder e influencia indebidos que conducen a la agitación global.
Implica a ciertas élites en la promoción de movimientos sociales como el feminismo y la cultura juvenil para socavar los valores tradicionales y las estructuras sociales.
La entrevista completa aquí
Insta a que las personas analicen críticamente la información y busquen un amplio espectro de fuentes.
Advierte de la necesidad de construir resiliencia comunitaria, en centrarse en esfuerzos comunitarios locales y sostenibles, fomentar vínculos sociales y apoyar políticas justas y equitativas.
Además pide ortalecer las instituciones civiles, defender los principios de justicia y participar en procesos políticos justos para promover la integridad sistémica.
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