Por Dr. Alex Wissner-Gross
El mercado está despertando a la idea de que la superinteligencia ya no es ciencia ficción lejana, sino un activo que se está abaratando a toda velocidad y cuyos efectos empiezan a reflejarse en los precios de todo tipo de activos. Estamos en las primeras fases de un cambio de régimen económico sin precedentes.
El coste de la superinteligencia se está desplomando
– Ilya Sutskever (cofundador de OpenAI y ahora en SSI) estima que para superar algorítmicamente a los laboratorios líderes solo hacen falta ~3.000 millones de dólares en cómputo puro de investigación.
→ Esto significa que los clusters de un trillón de dólares que están construyendo Meta, Microsoft o xAI son en gran parte para inferencia masiva y capas de aplicaciones infladas, no para la verdadera frontera del descubrimiento. El avance real sigue siendo sorprendentemente eficiente y “barato”.
– Google descubrió que simplemente cambiando las instrucciones del sistema (system prompt) en Gemini 3 Pro se obtiene un +5 % en benchmarks agenticos.
→ Existe un enorme “prompt overhang”: las capacidades ya están dentro de los modelos, pero dormidas porque aún no sabemos hacer las preguntas correctas. Cada mejora en prompting o fine-tuning desbloquea rendimiento “gratis”.
– Anthropic encontró la mejor forma de combatir la sycofancia (decir lo que el usuario quiere oír): entrenar al modelo para resistir presión y ser honestamente terco.
→ La alineación no requiere trucos exóticos; a veces basta con enseñarle a decir “no” con educación pero firmeza.
El mundo físico pierde fricción a pasos agigantados
– The Boring Company (Elon Musk) estaría a punto de bajar el coste de túneles a 3-4 millones de dólares por milla (≈ 2-2,5 millones €/km), es decir, 100-300 veces más barato que los métodos tradicionales.
→ Infraestructura subterránea ilimitada: ciudades 3D, logística instantánea, refugios, energía, datos… todo se vuelve viable.
– Zipline (drones autónomos de entrega médica) acaba de firmar un contrato de 150 M$ para cubrir a 130 millones de personas en África con una red logística aérea totalmente autónoma.
→ El “último kilómetro” físico se está robotizando en continentes enteros.
– El Departamento de Energía de EEUU lanza la “Genesis Mission”: entrenar modelos de frontera con décadas de datos experimentales de los Laboratorios Nacionales.
→ Básicamente están digitalizando todo el conocimiento físico acumulado por EEUUdesde la Segunda Guerra Mundial y dándoselo de comer a la IA.
La base industrial se está reescribiendo por completo
– China instaló 295.000 robots industriales solo en 2024.
– AgiBot A2 (humanoide chino) acaba de caminar 65 millas (105 km) sin parar ni recargar.
– Alemania responde con Agile Robots “Agile ONE”: manos con destreza casi perfecta.
En menos de 24 meses pasaremos de “robots que apenas caminan” a flotas de humanoides que trabajen 24/7 por el precio de un salario mínimo.
Incluso la definición biológica de “tú” se está deshaciendo
– Secuenciación completa del genoma de células individuales muestra que cada persona es en realidad una mosaico genético masivo: eres una colonia de genomas que divergen, no un individuo genéticamente uniforme.
Pero ya estamos aprendiendo a gobernar esa colonia:
– Terapias CAR-T (originalmente para cáncer) están curando enfermedades autoinmunes como lupus.
– Investigadores han revertido el envejecimiento en células madre sanguíneas de ratones atacando la disfunción lisosomal.
– Nuevo atlas cerebral del ratón duplica el número de regiones conocidas gracias a mapas dendríticos en alta resolución.
El efecto económico ya es medible y tradable
Anthropic estima que la IA añadirá +1,8 % anual al crecimiento de la productividad laboral de EE.UU. durante la próxima década: el doble del ritmo histórico reciente.
Y ese futuro ya tiene precio en tiempo real:
Polymarket acaba de recibir aprobación de la CFTC para operar como mercado de predicción regulado dentro del sistema financiero tradicional. Por primera vez, las probabilidades de eventos tecnológicos, políticos y científicos son activos financieros líquidos y regulados.
Conclusión
Todos estos avances no están desconectados; son piezas del mismo rompecabezas.
La superinteligencia se abarata, el mundo físico se digitaliza y robotiza, la biología se vuelve programable y los mercados empiezan a asignar valor a trayectorias exponenciales que hace cinco años parecían locuras.
Estamos en la fase inicial de pricing in the Singularity: los precios de activos de larga duración (acciones tecnológicas, tierras urbanas, bonos largos, cripto, etc.) están empezando a reflejar un mundo donde el crecimiento ya no está limitado por mano de obra humana ni por las leyes físicas tal y como las entendíamos.
Quien entienda la velocidad y la coordinación de estos vectores tendrá una ventaja histórica en los próximos años.
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