Por Jim Rickards

Llevo unos 50 a�os estudiando la econom�a monetaria. Todas mis investigaciones me han llevado a una conclusi�n: vamos a asistir al colapso del sistema monetario internacional.

Cuando digo eso, me refiero espec�ficamente a un colapso de la confianza en las monedas de papel en todo el mundo. No es s�lo la muerte del d�lar o la desaparici�n del euro. Es un colapso de la confianza en todas las monedas de papel.

En el �ltimo siglo, los sistemas monetarios han cambiado cada 30-40 a�os por t�rmino medio. Antes de 1914, el sistema monetario mundial se basaba en el patr�n oro cl�sico.

Efectivamente, 31 a�os despu�s del fin del patr�n oro cl�sico, en 1945, surgi� un nuevo sistema monetario en Bretton Woods. El d�lar fue designado oficialmente la principal moneda de reserva del mundo, una posici�n que sigue manteniendo hoy en d�a, aunque se est� debilitando.

Bajo ese sistema, el d�lar estaba vinculado al oro a 35 d�lares la onza.

En 1971, Nixon puso fin a la convertibilidad directa del d�lar al oro. Por primera vez, el sistema monetario no ten�a respaldo en oro. Ahora se basar�a en tipos de cambio flotantes, sin un ancla de oro.

Hoy en d�a, el sistema monetario existente tiene m�s de 50 a�os, por lo que el mundo necesita desde hace tiempo un nuevo sistema monetario.

Las sanciones sin precedentes que Estados Unidos y sus aliados impusieron a Rusia tras su invasi�n de Ucrania no han hecho sino acelerar el avance hacia un nuevo sistema monetario.

Las sanciones adoptan muchas formas y afectan a muchas �reas diferentes del comercio y los intercambios, pero lo que todas tienen en com�n es el uso del d�lar estadounidense como arma principal.

Las naciones de todo el mundo se dan cuenta de que mientras dependan del d�lar para mantener activos o comprar materias primas globales, estar�n bajo el pulgar de quienes controlan los sistemas de pagos en d�lares, que son b�sicamente los EEUU con alguna ayuda de los grandes bancos europeos y japoneses.

Las naciones tambi�n saben que, si bien Rusia es el objetivo actual de las sanciones, otras podr�an ser f�cilmente las siguientes. Si China aumenta la presi�n sobre Taiw�n, por ejemplo, pronto podr�a ser tambi�n objeto de sanciones basadas en el d�lar.

La �nica manera de escapar a las sanciones es escapar al d�lar.

Esto explica en gran medida el r�pido desarrollo de la nueva moneda de los BRICS, que se anunciar� el mes que viene. Si no se produjeran las severas sanciones antirrusas impuestas por Estados Unidos y sus aliados, es muy poco probable que este movimiento estuviera teniendo lugar ahora mismo.

Esto no quiere decir que la tendencia anti-d�lar sea un fen�meno reciente. No lo es. Lleva a�os en marcha. S�lo que las sanciones han acelerado enormemente el proceso.

Eso no significa que el d�lar vaya a perder su estatus de reserva de la noche a la ma�ana.

Si se quiere ver hacia d�nde se dirige el d�lar en �ltima instancia, hay que fijarse en la libra esterlina del Reino Unido.

Muchos observadores suponen que la conferencia de Bretton Woods de 1944 fue el momento en que el d�lar estadounidense sustituy� a la libra esterlina como principal moneda de reserva del mundo. Pero la sustituci�n de la libra esterlina por el d�lar como principal moneda de reserva mundial fue un proceso que dur� 30 a�os, de 1914 a 1944.

La conferencia de Bretton Woods de 1944 no fue m�s que el reconocimiento de un proceso de dominio del d�lar como moneda de reserva que llevaba d�cadas gest�ndose.

Como en el caso de la libra esterlina, el retroceso del d�lar como principal moneda de reserva mundial no es necesariamente algo que vaya a ocurrir de la noche a la ma�ana.

Pero las sanciones sin precedentes en d�lares contra Rusia han acelerado el proceso.

Y aunque es probable que el proceso sea relativamente gradual, ning�n inversor deber�a sorprenderse si ocurre m�s pronto que tarde.

Es como la cita de la novela de Ernest Hemingway El sol tambi�n sale, de 1926.

Uno de los personajes pregunta: «�C�mo te has arruinado?».

«De dos maneras», contesta el otro personaje. «Gradualmente y luego de repente».

El d�lar podr�a perder su estatus de reserva gradualmente y luego de repente.

Si quieres entender c�mo hemos llegado hasta aqu�, tienes que entender las guerras de divisas: qu� son, por qu� se libran y c�mo acaban.

A continuaci�n te muestro las respuestas. Siga leyendo.

Guerras de divisas

Las guerras de divisas son una de las din�micas m�s importantes del sistema financiero mundial actual.

�Qu� es una guerra de divisas, en pocas palabras? Suele producirse cuando no hay suficiente crecimiento en el mundo para cubrir todas las obligaciones de la deuda. En otras palabras, cuando el crecimiento es demasiado bajo en relaci�n con la carga de la deuda. Este es sin duda el caso hoy en d�a.

Cuando hay suficiente crecimiento, �le importa realmente a Estados Unidos que alg�n pa�s del mundo intente abaratar un poco su tipo de cambio para fomentar la inversi�n extranjera? La verdad es que no. Es casi demasiado poco para preocuparse por ello.

Pero cuando no hay suficiente crecimiento para todos, de repente es como si un grupo de hambrientos se peleara por las migajas.

Nadie gana y todos pierden. Las guerras de divisas no crean crecimiento, s�lo lo roban temporalmente a los socios comerciales hasta que �stos lo recuperan con sus propias devaluaciones.

En el mejor de los casos, las guerras de divisas ofrecen el lamentable espect�culo de pa�ses que roban el crecimiento a sus socios comerciales. En el peor de los casos, degeneran en brotes secuenciales de inflaci�n, recesi�n, represalias y violencia real, ya que la lucha por los recursos conduce a la invasi�n y la guerra.

La actual guerra mundial de divisas comenz� en 2010. Mi libro La guerra de divisas se public� poco despu�s. Uno de los puntos que planteo en el libro es que el mundo no siempre est� en una guerra de divisas activa. Las guerras de divisas no implican una lucha continua todo el tiempo. En ciertos momentos, hay batallas intensas, seguidas de per�odos de calma, seguidos de batallas m�s intensas.

Pero cuando est�n activas, pueden durar mucho tiempo. Pueden durar cinco, diez, quince, incluso veinte a�os. Eso significa que esta moneda podr�a durar varios a�os m�s.

Pero es importante darse cuenta de en qu� fase de la guerra de divisas estamos.

Ha habido tres guerras de divisas en los �ltimos cien a�os.

En 1921, Alemania destruy� su moneda. En 1925, Francia, B�lgica y otros pa�ses hicieron lo mismo. �Qu� ocurr�a en aquella �poca antes de la Primera Guerra Mundial de 1914?

Durante mucho tiempo antes de eso, el mundo hab�a estado en lo que se llama el patr�n oro cl�sico. Si ten�as una balanza de pagos, tu d�ficit, lo pagabas en oro.

Si se ten�a super�vit en la balanza de pagos, se adquir�a oro. El oro era el regulador de la expansi�n o contracci�n de las econom�as individuales. Ten�as que ser productivo, perseguir tu ventaja comparativa y tener un buen entorno empresarial para conseguir realmente algo de oro en el sistema – o al menos evitar perder el oro que ten�as. Era un sistema muy estable que fomentaba un enorme crecimiento y una baja inflaci�n.

Ese sistema se rompi� en 1914 porque los pa�ses necesitaban imprimir dinero para luchar en la Primera Guerra Mundial. Cuando termin� la Primera Guerra Mundial y el mundo entr� en los primeros a�os de la d�cada de 1920, los pa�ses quer�an volver al patr�n oro, pero no sab�an muy bien c�mo hacerlo. En 1922 se celebr� una conferencia en G�nova (Italia) en la que se debati� el problema.

El mundo empez� antes de la Primera Guerra Mundial con la paridad. Hab�a una cierta cantidad de oro y una cierta cantidad de papel moneda respaldada por oro. Entonces, la oferta de papel moneda se duplic�. Eso dej� s�lo dos opciones si los pa�ses quer�an volver a un patr�n oro.

Pod�an haber duplicado el precio del oro – b�sicamente reducir el valor de su moneda a la mitad – o pod�an haber reducido la oferta monetaria a la mitad. Pod�an haber hecho cualquiera de las dos cosas, pero ten�an que llegar a la paridad en el nuevo nivel o en el antiguo. Los franceses dijeron: «Esto es f�cil. Vamos a reducir el valor de la moneda a la mitad». Y as� lo hicieron.

Si viste la pel�cula de Woody Allen Medianoche en Par�s, muestra a expatriados estadounidenses viviendo un estilo de vida muy elevado en Francia a mediados de los a�os veinte. Eso era cierto debido a la hiperinflaci�n de Francia. No era tan mala como la hiperinflaci�n de Weimar en Alemania, pero era bastante mala. Si ten�as una modesta cantidad de d�lares, pod�as ir a Francia y vivir como un rey.

El Reino Unido tuvo que tomar la misma decisi�n, pero de forma diferente a Francia. All�, en lugar de duplicar el precio del oro, redujeron su masa monetaria a la mitad. Volvieron a la paridad anterior a la Primera Guerra Mundial.

Esa fue una decisi�n tomada por Winston Churchill, que era canciller de Hacienda en ese momento. Fue extremadamente deflacionaria. La cuesti�n es que cuando has duplicado la masa monetaria, puede que no te guste pero lo has hecho y tienes que asumirlo y reconocer que has destrozado tu moneda. Churchill se sinti� obligado a vivir de acuerdo con el antiguo valor.

Redujo la oferta monetaria a la mitad y eso sumi� al Reino Unido en una depresi�n tres a�os antes que al resto del mundo. Mientras que el resto del mundo entr� en la depresi�n en 1929, en el Reino Unido empez� en 1926.

Menciono esa historia porque volver al oro a un precio mucho m�s alto medido en libras esterlinas habr�a sido la forma correcta de hacerlo. Elegir el precio equivocado contribuy� a la Gran Depresi�n.

Los economistas de hoy dicen: «Nunca podr�amos tener un patr�n oro. �No saben que el patr�n oro caus� la Gran Depresi�n?».

S� lo s� – contribuy� a la Gran Depresi�n, pero no fue a causa del oro. Fue por el precio. Churchill eligi� el precio equivocado y eso fue deflacionario.

La lecci�n de la d�cada de 1920 no es que se puede tener un patr�n oro, sino que un pa�s necesita tener el precio correcto. Siguieron por ese camino hasta que, finalmente, fue insoportable para el Reino Unido, y devaluaron en 1931.

Poco despu�s, Estados Unidos devalu� en 1933. Francia y el Reino Unido devaluaron de nuevo en 1936. Hubo un periodo de devaluaciones monetarias sucesivas y las llamadas pol�ticas de «empobrecer al vecino».

El resultado fue, por supuesto, una de las peores depresiones de la historia mundial. El desempleo se dispar� y la producci�n industrial se desplom�, lo que cre� un largo periodo de crecimiento muy d�bil o negativo.

Fue entonces cuando el mundo se someti� a un nuevo patr�n monetario. La Segunda Guerra de Divisas se prolong� de 1967 a 1987. El acontecimiento fundamental en medio de esta guerra fue que Nixon sac� a Estados Unidos, y en �ltima instancia al mundo, del patr�n oro el 15 de agosto de 1971.

Lo hizo para crear empleo y promover las exportaciones para ayudar a la econom�a estadounidense. �Qu� ocurri� en realidad? Tuvimos tres recesiones consecutivas, en 1974, 1979 y 1980.

Nuestro mercado de valores se desplom� en 1974. El desempleo se dispar�, la inflaci�n se descontrol� entre 1977 y 1981 (la inflaci�n estadounidense en ese quinquenio fue del 50%) y el valor del d�lar se redujo a la mitad.

Una vez m�s, la lecci�n de las guerras de divisas es que no producen los resultados que se esperan, que son un aumento de las exportaciones y del empleo y cierto crecimiento. Lo que producen es deflaci�n extrema, inflaci�n extrema, recesi�n, depresi�n o cat�strofe econ�mica. Esto nos lleva a la Tercera Guerra de Divisas, que comenz� en 2010.

�Se dan cuenta de que he saltado por encima de todo ese periodo de 1985-2010, ese periodo de 25 a�os? �Qu� ocurr�a entonces?

Era la �poca de lo que llamamos «D�lar Rey» o la pol�tica del «d�lar fuerte». Fue un periodo de muy buen crecimiento, muy buena estabilidad de precios y buenos resultados econ�micos en todo el mundo. No era un sistema de patr�n oro ni estaba basado en reglas.

La Fed s� miraba el precio del oro como term�metro para ver c�mo les iba. B�sicamente, lo que Estados Unidos dijo al mundo es: «No estamos en un patr�n oro, estamos en un patr�n d�lar.

«Nosotros, los Estados Unidos, estamos de acuerdo en mantener el poder adquisitivo del d�lar y, ustedes, nuestros socios comerciales, pueden vincularse al d�lar o planificar sus econom�as en torno a alguna vinculaci�n al d�lar. Eso nos dar� un sistema estable».

De hecho, eso funcion� hasta 2010, cuando Estados Unidos rompi� el acuerdo y b�sicamente declar� la Tercera Guerra de Divisas tras la crisis financiera.

Los precedentes hist�ricos son suficientemente aleccionadores, pero los peligros actuales son a�n mayores, incrementados exponencialmente por la escala y la complejidad de los v�nculos financieros en todo el mundo.

Aqu� estamos en 2023 y a�n contin�an. Y con la inminente moneda de los BRICS respaldada por oro, est�n a punto de acentuarse.

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