Por TD
El foco del próximo comercio de IA sigue siendo la energía y «alimentar a Estados Unidos y al mundo» a través de una red mejorada para garantizar que la infraestructura de IA pueda soportar los chatbots hambrientos de energía.
Sin embargo, la conversación parece estar cambiando a medida que el presidente de Asuntos Globales de Goldman y co-director del Instituto Global, Jared Cohen, publicó un nuevo artículo que discute la geopolítica de la infraestructura de IA y una estrategia de diplomacia de centros de datos.
Cohen escribió un artículo en «Foreign Policy» titulado «El Próximo Debate sobre la IA es la Geopolítica», en el que explora la importancia geopolítica de la infraestructura de IA, particularmente la carrera global para establecer centros de datos.
El lunes, Cohen proporcionó a los clientes un resumen ejecutivo de la nota que explicaba que los datos podrían ser el «nuevo petróleo», pero que serán las naciones, no la naturaleza, las que determinen dónde se construirán los centros de datos.
Aquí hay más:
Estados Unidos alberga una gran parte de los centros de datos del mundo, sin embargo, la red energética envejecida de Estados Unidos está bajo una enorme presión. La demanda de energía en los EEUU ha sido plana durante dos décadas, las tasas de vacancia en los centros de datos están cerca de los mínimos históricos y la escasez de tierras energizadas con la conectividad necesaria para soportar centros de datos a gran escala, combinada con desafíos en la cadena de suministro y largos tiempos de permisos para nueva infraestructura, presentan desafíos para hacer realidad las ambiciones de IA de los sectores público y privado.
La investigación de Goldman Sachs estima que los centros de datos utilizaron el tres por ciento de la energía de EEUU en 2022, un número que podría alcanzar el ocho por ciento para 2030: estimaciones de grupos reguladores e industriales, así como de la Agencia Internacional de Energía, apuntan en la misma dirección.
La IA podría resolver algunos de estos problemas, y la innovación podría mejorar las perspectivas domésticas de EEUU. La IA podría mejorar la planificación de la red, la resiliencia de la red y el descubrimiento de materiales para tecnologías de energía limpia.
La mayor eficiencia de los chips, con circuitos más densos y nuevas arquitecturas, ya está reduciendo las necesidades energéticas de los semiconductores a una escala notable. Los EEUU producen más petróleo que cualquier nación en la historia, y la producción de gas natural ha florecido desde la revolución del gas de esquisto de principios de la década de 2000.
Una red eléctrica más robusta que adopte diversos recursos energéticos, incluyendo energía nuclear, pequeños reactores modulares y plantas nucleares reactivadas, podría cambiar los cálculos del mercado a favor de Estados Unidos.
Pero para ganar, Estados Unidos necesitará alistar su ventaja asimétrica de alianzas y asociaciones globales, tanto en los sectores público como privado. Esto sería una estrategia comercial y del sector público para la diplomacia de centros de datos: identificar proactivamente socios internacionales capaces, dispuestos y confiables; combinar capital público y privado; identificar y abordar riesgos de seguridad y privacidad; e incentivar la innovación en toda la pila tecnológica.
Esta tarea se vuelve cada vez más urgente y prometedora. Los líderes necesitan desarrollar una lista de ubicaciones que satisfagan todos o incluso la mayoría de estos criterios para los centros de datos.
Los jugadores clave incluyen:
Canadá: El principal socio comercial de Estados Unidos, con vastas cantidades de tierra energizada y conectada cerca de abundantes recursos naturales y energía. Los desarrolladores de centros de datos y las principales empresas tecnológicas han anunciado recientemente proyectos importantes en Canadá, que suman decenas de miles de millones de dólares, incluyendo inversiones en la provincia energética de Alberta. Canadá es un aliado de EEUU a través de la OTAN, la alianza de inteligencia de los Cinco Ojos y posibles futuras asociaciones tecnológicas en AUKUS.
Los países nórdicos: Líderes en energía verde y ahora todos miembros de la OTAN. Cuentan con sus propias compañías tecnológicas excepcionales, incluyendo gigantes de las telecomunicaciones. Su conectividad, sostenibilidad energética y acceso a energía los han convertido en centros de datos para gigantes tecnológicos desde hace mucho tiempo. Sus climas fríos también ayudan a prevenir el sobrecalentamiento en los centros de datos, permitiendo niveles de rendimiento superiores y costos más bajos a largo plazo.
Japón y Corea del Sur: Hogar de ecosistemas tecnológicos de clase mundial. Tokio está invirtiendo el 0.71 por ciento de su producto interno bruto en semiconductores hasta 2025, una cifra mucho más alta que la mayoría de las economías industriales, incluidos los Estados Unidos.
Los países del Golfo Pérsico del Medio Oriente: Estos países no solo buscan exportar petróleo, sino también IA. Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos tienen algunas de las tasas de penetración de Internet más altas del mundo. El mercado de IA de Qatar ha crecido sustancialmente, y Doha tiene la capacidad de realizar importantes desarrollos de infraestructura, como lo demuestran sus inversiones en energía y transporte.
Se empieza a armar la Geopolítica de la Inteligencia ArtificialLos cables de fibra óptica submarinos que son la columna vertebral de Internet moderno tienen nodos críticos en el Mar Rojo y el Golfo Pérsico, donde se transporta el 90 por ciento del tráfico de datos Europa-Asia. La región conecta a Europa con el sur global. Todos están moviendo sus petrodólares hacia inversiones en la transición energética e industrias nacionales, desde ciencias de la vida hasta telecomunicaciones y manufactura, y la IA acelerará esa tendencia. Estados Unidos tiene la oportunidad de acercar a estos países a su ecosistema tecnológico en lugar de al de China, pero tendrá que hacer evaluaciones prudentes de riesgo al hacerlo.
La conclusión aquí es que Estados Unidos muchos países que no se quieren rezagar, deben aprovechar sus alianzas globales para mantener una ventaja competitiva en IA.
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